martes, 22 de febrero de 2011

Apreté enviar y las palabras empezaron a viajar a través del aire y la distancia. Dondequiera que estés, San, intenté lo más parecido a un resumen de nuestros días por este rincón del mundo. Qué difícil imaginarte, amigo, recorriendo nuestra América Latina, cual bohemio loco genio. En dos días nada cambia acá. En dos días llegás a Cuba. "Acá la cosa sigue igual", diría Cacho Castaña. Ya que estás tan cerca de los Estados Unidos de Norteamérica, comentale a los yankees que no está bueno que intenten ingresar cosas raras al país: resulta que iban a darnos un curso de seguridad y se metieron con valijitas turbias, que no estaban declaradas. Como te imaginarás, los medios antipatria defienden a un EEUU ofendido, pero por suerte cada vez somo más los que peleamos contra los cipayos. Mientras vos viajás por la tierra de Fidel, acá peligra el comienzo de las clases: los maestros nunca llegan al básico. Cerati está en terapia intensiva por una neumonía. Me contó Celi que Mollo lo fue a visitar y cuando cantó y tocó la guitarra, le aumentaron las pulsaciones como único signo de conexión con la realidad. Yo sigo en la jungla de idiotas, espero que no por mucho tiempo más. Intento estar sin estar cada minuto que pasa ahí, no le regalo más mi energía a ese tipo de mundo. Seguramente tu pelo crece y tu barba también. Que se enreden con la gente y traigan historias para contar.
"Soy América Latina, un pueblo sin piernas pero que camina"