lunes, 14 de diciembre de 2009

Antonio Calamaro o Andrés Gasalla

Me estoy empezando a creer eso de que soy bastante negativa, pero cómo no!!?? El show de Calamaro, porque no merece llamarse recital, fue un asco. Lo lamento por los fanáticos que me preguntaron qué me había parecido...
Se supone ahora que tengo que argumentar lo que opino, porque de opinólogos está lleno y yo tampoco los quiero. Lo voy a hacer para que después no digan... aunque igual van a decir que soy una rockerita rebelde anti-museo (jaja). Y para eso voy a elegir dos o tres momentos de la noche del sábado 12 en el Club Ciudad de Buenos Aires, adonde fuimos unas 30 mil personas (como dijo Celina, "la misma cantidad que desaparecieron hace 30 años" estábamos ahí adentro, en un improvisado predio formado por una cancha de softbol y otra de rugby).
En primer lugar, me molesta en sobremanera que los músicos populares, masivos, como quieran llamarlos, se caguen en todos los giles que pagamos 90 pesos hace seis meses para ir a verlo. "Si no fuera por todos nadie sería nada", dijo hace años un amigo de Mafalda. Mientras lo escuchaba abrir el show con "Jumping Jack Flash" (RS) pensaba qué bueno sería tener líderes sociales, como este señor, un poco más creativos, a los que se les ocurriera algo más que un "vamos a salir adelante Argentina". Sí, acá me van a correr con que pidió pena de muerte para los represores de la ESMA e hizo corear al público "hijos de puta", y acto seguido le sacudió a Manu: "No necesitamos que venga Manu Chao a decirnos lo que nos pasó". (?)
No me interesa... a mí no me movió un pelo su momento de reflexión y no vi demasiado conmovidas a las que a mi alrededor sí estallaron en tono extremandamente finito con "Todavía una canción de amor". Parece que ese fue uno de los verdaderos momentos cool de la noche.
Y acá llega mi segunda crítica, la que tiene que ver con las canciones. Resulta que los 30 mil giles que estabamos ahí parados mirando a un Andrés auspiciado por Claro, no pegamos una sola frase en las dos horas por ese capricho que tienen algunos músicos de cambiar todas las melodías en las presentaciones. Entiendo que "Paloma" ya fué, y que tengo cada sílaba grabada en el tímpano con su respectivo acorde, en un ritmo invariable, pero yo quiero escuchar esa versión y no la que se te ocurrió hace quince días cuando preparabas el show y te diste cuenta que estirando la voz quedaba mejor. Y sino, baja del escenario y fijate cómo nos quedamos pagando...gritando a destiempo!
En fin, más allá de las dos chicas que se descompusieron al lado mío y esperaron sin sentido la llegada de un médico y el "lalalala" de Andrés cuando debía decir: "brindo hasta la cirrosis por la vacuna del Sida", hubo algunas cosas buenas. Además de Adrían Babasónico y Vicentico, se apropió de la noche el señor Fito Páez, que varias veces me hizo dudar si "Crímenes perfectos" en realidad no era de él.
La experiencia sirve, ahora sé que no volvería a pagar por verlo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Bien por la crítica... cuando se deja de lado la lealtad fanática hacia ciertos artistas se puede empezar a hablar de la calidad de la obra... De todas formas, me imagino que si tus seguidores incondicionales te piden durante 10 años por un tema como Paloma (musicalmente básico y monótono) no es para sorprenderse que como músico te tomes el atrevimiento de variarlo...
En fin, repito, bien por la crítica.

Fack-®ff

La Tomata dijo...

Genial post!!! En mi caso, detesto a calamaro, pero bueno... Aca te dejo un link muy pintoresco como para deleitat los oidos, viene a colacion de lo que escribiste sobre "crimenes perfectos"!! (escuchalo solo a calamaro, es un desastre desde el principio...)
http://www.youtube.com/watch?v=W0Oy5fYKNa8&playnext_from=TL&videos=Y4iggT_mYcA

Saludos!!