Desde ayer a las 17.45 hs aproximadamente, vivimos en primavera.
Para muchos equivale a decir que vivimos en democracia, como si el invierno fuera un oscuro período que viene a reprimir las esperanzas; un período del año que transitamos agónicos con el único fin de alcanzar la gloriosa estación de las mariposas y las supuestas citas.
Es la excusa perfecta para que los cursis exterioricen todos sus mecanismos reprimidos durante el lapso invernal, y se reivindique en cada plaza, en cada marcha, frente a cualquier micrófono, la llegada de ella… la primavera.
Ayer, cuando terminamos de cenar, el mozo trajo la cuenta y dijo: “Que empiecen bien la primavera y terminen mejor el año”. Tan poco falta?, me pregunté, este tipo está en pedo.
Se ve que mi cara no fue la mejor; el muchacho esperaba otra respuesta seguramente, o mejor dicho, esperaba UNA respuesta, algo así como “igualmente”. Pero lo único que me salió fue un gesto de… incomodidad… incertidumbre… no encuentro la palabra.
Qué, acaso los mozos no leen los diarios? La primavera no es una señora simpática dentro de un vestido floreado, que reparte sanguchitos desde una canasta de mimbre. En realidad, es la madre de los pólenes y las alergias; la responsable de que las flores crezcan, y que entre el 12 y el 18% de la población mundial (según EL DIA) pase los peores días del año, esclava de los pañuelos de papel.
La posta es que a la primavera la banca Elite. Una campaña publicitaria perversa provoca la necesidad primaveral en las personas, a fin de promover la venta compulsiva de pañuelos (como pasa con Bonobón en la semana de la “dulzura”).
Ayer también fue 21, además de un día detestable. Y como todo 21 de septiembre, algunos memoriosos cantaron la marcha del estudiante. Feliz día a ellos!
1 comentario:
uh loco! un poco de primaverismo no te vendría nada mal... sory pero la única que tiene alergia en esta pieza con alfombra sos vos nena!
la culpa no es de la pobre prima Vera, es de esta ciudad maldita que te llena de eso que sale de los tilos y vuela hasta tu nariz,a diferencia de lugares sin ese problema, como mar del plata, en donde lo que llega a tu nariz es el olor del puerto los días de lluvia y pesadez.
Yo creo que la prima Vera es una mina copada, que se hace la putita una vez al año y se cree la Moria Casan de las estaciones logrando que todos la miren, la deseen y la idolatren mientras ella con aires de superada no le da bola a nadie y se caga en todos.
Todos esperan a la prima Vera todo el año para que cuando llegue, ella se haga la boluda y la sorprendida por la recibida que se le ofrece. No aprendió ya que es todos los años lo mismo?
Yo por las dudas la ignoro y trato de no mirarla demasiado, a ver si todavía me tira con un cenicero o con un teléfono celular como está de moda este último tiempo...
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