Entre siempre y jamás el rumbo el mundo oscilan y ya que amor y odio nos vuelven categóricos pongamos etiquetas de rutina y tanteo-jamás volveré a verte-unidos para siempre-no morirán jamás-siempre y cuando me admitan-jamás de los jamases-(y hasta la fe dialéctica de) por siempre jamás-etcétera etcétera de acuerdo pero en tanto que un siempre abre un futuro y un jamás se hace un abismo mi siempre puede ser jamás de otros tantos siempre es una meseta con borde con final jamás es una oscura caverna de imposibles y sin embargo a veces nos ayuda un indicio que cada siempre lleva su hueso de jamás que los jamases tienen arrebatos de siempres así incansablemente insobornablemente entre siempre y jamás fluye la vida insomne pasan los grandes ojos abiertos de la vida.
Mario Benedetti
Consigna: crear un texto de no más de diez líneas con las palabras marcadas.
Insisto en caminar por el borde de la vida, como quien va incansablemente desafiando a los abismos, sabiendo que el futuro está a la vuelta de la esquina, cruzando una meseta de rutinas que amenazan con arrebatos de locura inútiles, que no cambian el mundo, ni convierten el odio en amor, y al final, ni te sacan de la caverna.
Sabiendo también que para ver esos ojos unidos que pasan delante de mí es necesario dejar las etiquetas y seguir los indicios que fluyen y todavía veo imposibles.
Convenciendo a mis huesos de que presten ayuda para no verte siempre, ni tanto, porque al final morirán los etc que existen a veces, y jamás será un recuerdo.
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