martes, 25 de agosto de 2009
miércoles, 19 de agosto de 2009
Una noche en Tucumán
domingo, 16 de agosto de 2009
Callejeros va a tocar
Hasta la próxima

Cruzando las vallas
Casi sin respiros, Callejeros cantó "Un viento mejor", "El lugar perfecto", "Sueño", "Presión", "9 de Julio", "Una nueva noche fría", "Tan perfecto que asusta", “Medallón naranja”, “Fantasía o realidad”, “Creo”, “Ilusión”, “No volvieron más”, “Prohibido”, “Sé que no sé”, “Ojalá se los lleve”, “Rompiendo espejos”, “Imposible” y otras 20 canciones.
Como si se tratara de un peligroso grupo de fanáticos, la Policía montó un operativo riguroso en la entrada al predio: hasta las pertenencias más mínimas quedaron afuera, ocupando un container en el que los efectivos, con cara de pocos amigos, arrojaban hebillas, cinturones y encendedores. “Saquen la marihuana, chicos”, gritaron algunos vecinos, que aprovecharon los balcones de su casa para mirar el show.
Tres veces, durante la espera, una voz indicó las salidas de emergencia -cinco de 18 metros cada una-, como si una y luego dos, no hubieran sido suficientes y los silbidos respondieron desde el campo en repudio a las reiteradas advertencias.
La ciudad se inundó, por un día, de fanáticos que se instalaron en las plazas, campings y hoteles. En la terminal de ómnibus, tirados en el piso, tapados y enredados entre sí cientos de ellos esperaron un colectivo que los llevara de vuelta a sus vidas, con la duda presente, con la incertidumbre de no saber si ese sería el último ritual que compartirán junto a la banda. 

jueves, 13 de agosto de 2009
Un abrazo para Sueiro
Alberto Sueiro, taxista "Como Los Piojos y el Potro Rodrigo, Las Pastillas del Abuelo también le dedicaron un tema a Diego Armando Maradona, a diferencia de las otras canciones de Crisis, "¿Qué es Dios?" no lleva la firma de ningún integrante del grupo, sino de Alberto Sueiro, un poeta amigo que trabaja de taxista y que llegó por casualidad a la vida de Piti. "Es súper loco. Hace cuatro años y medios nosotros estábamos llevando cuatro gambas y haciendo mal las cosas cuando me subo a un taxi. El tachero me empieza a hablar, me pregunta a qué me dedico y ahí yo le cuento que estaba de cadete pero que escribía, que hacía canciones, que tenía una banda. Ahí él me dice `Yo también escribo. ¿Querés que te recite algo?´. Y empezó: `Bajo una mano del cielo y acariciando su pelo...´. Al principio me chocaba que rimaba todo y al toque empecé a entender que era el fútbol y que hablaba de la pelota. Cuando terminó `...por tu milagrosa mano y el milagro de tus pies. Muchas gracias señor dios, muchas gracias señor diez´, yo ya estaba con la mandíbula por el piso, llorando y ahí le dije: `Esto es lo mejor que se escribió para el Diego, dame tu teléfono que nos paramos los dos, yo tengo una banda y vos tenés un taxi´. Y me dio el teléfono, y yo después en mi locura, lo perdí", recuerda el cantante. Por suerte la historia tuvo final feliz: "Tres años después, nosotros ya estábamos haciendo los Teatros y empezando a dejar los laburos, cuando un plomo nuestro se tomó el mismo taxi. Al subirse le preguntó lo mismo `¿De qué laburas che?´. Y él le contó lo que hacía. `¿Así que laburás con Las Pastillas del Abuelo? Entonces decíle a Piti que es un tránfuga´. Pero el pibe le pidió el teléfono de vuelta y cuando nos volvimos a ver me dijo: `No se la di a nadie ¿eh?´. Y ahora ya es un invitado. Hoy estuvo por acá porque estamos adaptando otro tema. Escribe de puta madre y en algún momento va a sacar un libro porque es una máquina de producir poesía".