lunes, 18 de enero de 2010
Soliloquio colectivo
El corso es una de las reuniones sociales perfectas para aplicar el soliloquio masivo. Sonrío mientras me imagino a las ... 500, 300, mil personas? Nunca super calcular, pero ponele 500, sí...todas gritando a la vez como en un juego, como el juego de la silla: mientras el murmullo social se mantiene, todos retienen sus pensamientos andando por ahí, hasta que alguien, que bien podría ser Richard, corta todo gritando, desde el micrófono por el que anuncia a las cuasicomparsas y nombra a los auspiciantes, la palabra mágica que revela los misterios de la mente así como vienen, sin filtros.
Qué caos: más de una esposa ofendida, calculo, porque culos hay muchos y los ojos no alcanzan. Algunos hombres hasta les piden los suyos a las mujeres que los acompañan. Pero algún "deja de mirar como flamean las lentejuelas de esa bombacha!!", estoy segura que se escucharía.
En fin, soliloquio colectivo, sinceridad, catarsis en masa, risas y vuelta a la normalidad con menos presión y más diversión.
Aquí una noche de corso en mi pueblo!
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1 comentario:
No quiero decir por qué pero me acordé de Celincha jugando al Gallito Ciego en clase, jajajaja
Ojo con el gallito!!
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