jueves, 22 de enero de 2009
pensamos con palabras o con ruedas?
Pensamos con palabras, no? Yo pienso con tantas a la vez... Suena Les Luthiers, qué estará haciendo Luli? Ella se sabe todas de memoria, ahora se estaría riendo de esa parte, qué capo nos parecía Alejo, claro, era en primer año, pensabamos que nunca le ibamos a hacer una entrevista a alguien que no trabajara en la facultad, pero eso es culpa de los profesores como Almeyda, obviamente que la Brujita iba a preferir a Niembro, pero de ahí a decirnos que tenemos qe aspirar a cosas más bajas...él aspirará cosas... ese auto es igual al de San, ah no, pero San estará en Necochea, no, si se va mañana, o el viernes?, creo que Cel dijo el viernes, quiero un helado, siempre quiero uno desde el balcón, hoy no pasan tantas cosas mirando la vida desde el balcón, aunque ahí va una chica de esas que tienen mucho culo, como dijo Nico, solamente porque la moto tiene el asiento levantado, será uno de los que paran en Thionis porque mira mucho... pero hoy no hay otros motoqueros, hay señoras qe comen, pasará el hippie? ese chico debe ser flogger, siempre catalogamos a todos, ay, no veo nada, no llego a verle la cara, que garrón... bueno, me baño? es imposible escribir todo a la vez, debería existir un aparato que fuera escribiendo a la vez que pensamos para no olvidar nada, algunas cosas son tan útiles, pero se van... o capaz que parecen útiles porque se fueron, y como todo lo que vive solamente en el recuerdo de lo que no fue, parece mejor de lo que seguramente es.
En la página 83 marcada con la orejita para adentro dice: "No es exactamente así. Hubo un tiempo en que las palabras eran tan pocas que ni siquiera las teníamos para expresar algo tan simple como Esta boca es mía, o Esa boca es tuya, y mucho menos para preguntar Por qué tenemos las bocas juntas. A las personas de ahora ni les pasa por la cabeza el trabajo que costó crear estos vocablos, en primer lugar, y quién sabe si no habrá sido, de todo, lo más difícil, fue necesario comprender que se necesitaban, después, hubo que llegar a un consenso sobre el significado de sus efectos inmediatos, y finalmente, tarea que nunca acabará de completarse, imaginar las consecuencias que podrían advenir, a medio y largo plazo, de los dichos efectos y de los dichos vocablos.
Comparado con esto, y al contrario de lo que de forma tan concluyente el sentido común afirmó ayer noche, la invención de la rueda fue mera bambarria, como acabaría siéndolo el descubrimiento de la ley de la gravitación universal simplemente porque se le ocurrió a una manzana caer sobre la cabeza de Newton. La rueda se inventó y ahí sigue inventada para siempre jamás, en cuanto las palabras, esas y todas las demás, vinieron al mundo con un destino brumoso, difuso, el de ser organizaciones fonéticas y morfológicas de carácter eminentemente provisional, aunque, gracias, quizás, a la aureola heredada de su auroral creación, se empeñan en pasar, no tanto por sí mismas, sino por lo que de modo variable van significando y representando, por inmortales, imperecedoras o eternas, según los gustos del clasificador". (Saramago, José)
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