miércoles, 14 de abril de 2010
hablemos por hablar
Ayer Sebastián Wainraich me hizo acordar que me había hecho una cuenta en Twitter con el mismo propósito que hace meses ingresé al caralibro: investigar de qué se trata. Asi que después de escucharlo junto a Fierita en Metro y medio, abejadan volvió a iniciar sesión, decidida a volar sobre las catarsis cotidianas de los famosos y de algunos amigos que dejaron de etiquetar y ahora twitean.
Ya había escuchado en Basta de todo que Daniel Tognetti y Cristina Pérez discutían a través de tweets, pero eso dejó de asombrarme cuando leí que la conductora de noticieros escribía "AIRE" mientras nosotros del otro lado de la pantalla la vemos sentada al escritorio con su notebook hablando de "otro caso de inseguridad". Es cierto San, están en la tele pero hacen las mismas huevadas que nosotros que simplemente los vemos mientras comemos milanesas con puré.
Así que hoy me desperté con la noticia de que Scioli era uno de mis seguidores. Pero también pasaban otras cosas importantes mientras dormía: la actríz Sabrina Garciarena, que está muy copada hablando en italiano ("Iguale buongiorno a tutti"), contemplaba la "inmensidad de Buenos Aires" mientras desayunaba, Germán Paolosky estaba por entrar a ESPN y a Fierita lo dejaron plantado en una reunión. A Kevin Johansen hoy le hacían un par de entrevistas para La Mano y Crítica; Zaira Nara va a dejar a su perro en España mientras ella viene a Argentina por el fin de semana; el insomnio de Rodolfo Barili le hizo escuchar "ruidos extraños" en la noche y Clemente Cancela se cortó el pelo.
Como en Twitter nadie necesita autorización para seguir a otros, puedo leer a diario todo lo que dice esta gente, que son mis "Seguidos". Cuando los elegí dejé de lado todos mis prejuicios y aproveché el envión para agregar también a Alfonsín, Prat Gay, Stolbizer, Macri, Michetti, Rossi, Sabbatella y hasta Barack Obama!!!! Hace un ratito De Narváez twiteo: "A veces hablar de inflación puede alentar a algunos a subir más los precios, pero tampoco no hablar trae la solución: hay que tomar medidas". Ni chiche ni limonada. En Twitter hay que decir algo, no importa bien qué, hay que estar.
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2 comentarios:
En mi primer día de trabajo, logré dos conversos.
Twitter, espero mi comisión a fin de mes.
Menú a la carta. Abey, me gustaría que tu escritura-abeja se posara algún día sobre el tema amor. Mi inquietud surge luego de leer en el cara-libro y en el msn frases de mujeres que se enamoran y andan por ahí como narcotizadas. No faltan las que, empobrecidas, abundan en el “te amo” para referirse, presas de convenciones, como mínimo, anacrónicas. Viven la felicidad del pibe en el Mac Donalds: la creen legítima, infinita, aunque con el tiempo todos nos demos cuenta de que es mejor la peor de las churrasquerías.
“El amor nos vuelve felices”, canta Estelares con o sin ironía. Mi idea es robarle al deseo ese imaginario que a la larga obliga a regalar osos de peluche. Por mi parte, prefiero construir el Cielo que habitar un infierno hecho a medida…
Que se entienda (nunca falta el troglodita que se te lanza al cuello tras sentirse tocado, sin oponer siquiera un argumento). No es que reniego del amor en sí, sino que más bien apunto a una disidencia respecto de todos los dispositivos de normalización y subalternización, a una fuga hacia el más allá de las clases, incluida la pena de amor.
Espero tu palabra autorizada.
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