Desde hace un tiempo, los taxistas ya no hablan como antes, por lo menos conmigo. Pienso si me verán cara de pocos amigos... o de demasiado dormida. Los lunes a la mañana tengo ganas de preguntarles las noticias del día, pero la voz no me sale demasiado bien, y pienso que quizás, mi chofer de ocasión no leyó nada y lo hago quedar mal, o termino repentinamente con toda posibilidad de charla por el resto del viaje, y nada más feo que no intercambiar aunque sea un "el pronóstico dio lluvia para toda la semana", o "cruzá por donde quieras la p... qe te p....".
Hoy el sr. de bigotes que me llevó a la facu no sabía la dirección, tenía un mal día, según me contó. Era uno de los dos días en el año en que no podía ser "el payaso", como le decían.
Al principio me entusiasmé, por fin estaba ante la presencia de un taxista que todavía tenía ganas de hablar con su pasajero, intercambiando la mirada por el espejo retrovisor. Pero a medida que la historia avanzaba, iba comprendiendo que aquel viaje (probablemente el primero del día) era una suerte de catarsis, y yo, una simple escucha a la que aquel hombre, que podía ser mi papá, le estaba confiando una parte de su vida. No era cualquier fragmento al azar, ni una anécdota repetida, aunque tampoco debería haber sido la primera vez que se animaba a decirlo, pero sentía en sus palabras un llanto contenido. Me llevó unas cuadras adaptarme a la situación, dada mi condición de extremo sueño, hasta que me ví obligada a despertar. Hasta tuve la necesidad de pronunciar algunas palabras que nadie escucho, ni siquiera las recuerdo.
No sabía si quería llegar a la facultad y dejarlo ir, así sin decir más, pero a pocas cuadras de llegar supe que eso era todo. "El payaso" brotó desde adentro como un mecanismo de defensa ante la vista de la meta, y la charla volvió a la normalidad, que gracias, que buen día, que ahhh con monedas y todo, que chau, que hasta luego.
1 comentario:
Amiga... acá te firmo tu tan presionado blog... el que con tanto entusiasmo armás cada día... entre cada pagina de la agencia DIB...
Que me gusta como escribís ya lo sabés... que leo tu blog.. también.. ahora la que quiere saber soy yo!!!! Cuál era la historia del Payasooo....??? porque en la facu cuando nos encontramos dijiste contármela y escribirla.. pero aún no sé nada de la vida de aquel señor...que tanto te conmovió/impactó...
Te quiero.. Besoteeeeeesssssss
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