La Plaza San Martín es una ensalada de edades, costumbres, ropajes, accesorios, identidades y formas de vida. Un jueves a las 6 de la tarde conviven tanto los tobas que visten polleras de colores y plumas tocando instrumentos de viento y vendiendo cds, como los punk que exponen sus libros bajo una gran bandera de "anarquía" en el monumento central.
De un lado, "los chicos de la glorieta" rodeados de policías con chalequitos naranja fluor, y gente que viene y que va, bajando la mirada, y escondiendo el celular. Del otro, hippies que venden sus macrames, muñequitos con alambre, tejidos y adornos artesanales.
En el medio, lo que se te ocurra: señoras pitucas (todas con el pelo del mismo color), labios pintados de un rosa brilloso, charlando en un banco al sol; enfrente, otra se mira en un espejito dorado los pelos del mentón y se los enseña a una chica, que podría ser su hija; más allá, dos hombres de traje y anteojos de sol conversan, casi gritando, y nombran a un tal "abogado" (para estar a la moda); más aca, dos jóvenes entrelazados en el pasto debajo de una palmera no saben por dónde pasarse las piernas.
Un pasacalle pide explicaciones al gobernador, y la cara de López oxidada observa desde la vereda.
Muchos esperan el 214, el 273, el 307, el oeste, el norte y no sé cuál más. Otros toman mates, charlan, practican giros sotenidos en sus manos, se hamacan, comen hamburguesas, panchos y papas fritas con el mismo gusto, esperan mujeres para piropear.
Todos conviven sin molestarse formando una muestra de la heterogénea comunidad que habita la ciudad de las diagonales y las baldosas flojas; todos forman parte del paisaje de una plaza que sabe de derechos humanos y ya aprendió a marchar.
La plaza de las palmeras- Jarabe de Palo
La plaza de las palmerases el centro de la Tierra;en la plaza siempre hay vida,día, noche noche y diaLa plaza de las palmerases la casa de una vieja,una vieja muy borracha,duerme, fuma, bebe y cantaHay bohemios en la plaza,pobres, ricos y morenos,vendedores ambulantes,putas, listos y pendejosEn la plaza, en una esquina,vive Juan, el de María;su terraza da a la plaza,y en su casa siempre hay vidaEn los bares de la plazase comercia la mandanga,jazz, flamenco, mambo y salsaseún manda la demandaHay jaleo en la plaza,vino, whisky y tomateo,y en la plaza siempre hay vidadia y noche noche y dia
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